Resumen Semana Cultural de Ingeniería.

Creo que al fin he recuperado la sobriedad. Y sé que eso no durará mucho, así que aprovecharé para contar mi versión de los hechos. Estoy perdido en el tiempo y en el espacio. Tengo el estómago deshecho y la garganta irritada. He pasado días sin dormir casi nada, pero así son las cosas en La Semana Cultural de Ingeniería.

Así fue toda la semana que está terminando. ¿Quien ganará? No lo sé, y no me importa. Ni bichos, ni kawamos, ni espartanos, ni palomilla... solo ingenieros.

La velada.
Como cada año, la primer noche de este importante evento comenzó con una noche de rock inaugurada por el mismísimo director. Con la diferencia que este año no se llevó acabo en el centro de la facultad, por el tune-up que le están haciendo, sino en el estacionamiento de los Industriales.

Cada equipo presentó a sus candidatas, y a su banda. De las primeras no hay mucho que decir, todas las morras pasaron sin pena ni gloria en su presentación y en la sección de preguntas capciosas. Y las bandas, es difícil saber cual fue la peor. Todos tocaban horrible, como pasa cada año. Aunque a decir verdad no me quede a escuchar a los Espartanos, pero estoy seguro que no fueron la excepción.

De ahí, al after-party. Fuimos al de los Cruz, digo, de los Espartans. Fue en un lote estilo car wash, en la Carvajal. Tuvo sus pros y contras, por ejemplo, con la entrada te daban un hot dog de cortesía. No es gran cosa, pero la intención es lo que cuenta. Ademas, el lugar estaba plagado de celebridades; como el Cruz por ejemplo, la vieja del Gil y... uuuy Tania. Así que había alcohol, mujeres, comida y como en toda buena fiesta, putazos. Pero no de los que les gustan los hombres, sino putazos con los puños. Teóricamente se pelearon 2 cabrones del mismo equipo. Y digo teóricamente porque a uno lo noqueron de un solo golpe.

Noche de Box.

El miércoles fue el día del box. Más esperado por las camisetas mojadas y la violencia deportiva entre colegas que por las vencidas, a las cuales ni siquiera les puse atención. Primero, porque nos habían dicho que este evento seria en el Vicente Guerrero, y hasta que encontramos el lugar solo supimos que en realidad sería en la Calafia, asi que llegamos poquito tarde. En la competencia de box, me lleve un par de sorpresas, cuando le pusieron una verguiza al representante de los bichos... y era un espartano. Y luego, cuando yo esperaba que la palomilla llevara a Hatton, pagado por ellos para representarlos, subieron un gordo que también le puso una madriza un kawamo. En la final, si yo fuera juez, le hubiera dado la pelea al espartano, que conectó más golpes, pero ni movió al kawamo, que se veía demasiado confiado. Descaradamente decidieron que lo arreglarían abajo del ring ($$$). Y para cerrar, las camisetas mojadas. Los bichos subieron a una morra que se miraba rifada, pero estaba toda tatuada. La vieja de la palomilla estaba bien buena, pero tenia escrito algo entre los senos que no se miraba bien cuando la mojaron. Y la de los kawamos era una chaparrita, copa C aproximadamente, muy mala para bailar, pero que se la rifó a enseñar las chichis. En cuanto me pasen el vídeo, aquí mismo lo pongo.

Ese día me fui al after de los Kawamos, ahi cerca de la universidad. Había mucha gente, mucho alcohol, y el ambiente no estaba tan mal, a pesar de la mala selección musical del DJ. Lo interesante es que prometieron "Viejas en Lodo", literalmente. Y al final lo cambiaron por lucha de viejas en chocolate, que ni lucharon, mas bien solo bailaban y se manoseaban. Hasta que unos tipos en calzones se metieron a hacer lo mismo. La idea no parecía tan buena entonces. El cotorreo se prolongó hasta que alguien mojo la laptop con la música, y todo empezó a acabarse.

Locas.

El evento principal. El que todos estaban esperando. También fue en la Calafia. Había todo un escenario montado como si fuera a presentarse alguien importante. Tuvimos que hacer como media hora de fila para entrar, porque estaba llena toda la plaza y los estacionamientos de los alrededores. Había muchísima gente, entre estudiantes, egresados, gente de otras facultades, y publico en general.

El evento empezó con competencias de comer hot dogs, y de carreras de beber mas cerveza, femenino y masculino. Eso no importa, ni tampoco quien ganó. Lo verdaderamente importante era el show de las locas. El ambiente que se vive y la diversión son inigualables en eventos de ingeniería. Con razón es toda una tradición.

El show lo abrieron las locas kawamas, con un reparto musical muy variado. Lo que más me gustó de su presentación fue la coreografía de All the single ladies, de Beyonce. Luego siguieron las locas bichos, que se merecían un premio por el vestuario de su loca principal, idéntica a Lady Gaga, con su coreografía obligada de Pokerface. Luego siguió la palomilla que pasó sin pena ni gloria. Y al final los espartanos, que su loca mayor parecía al pendejo que sale en la radio populacha vestido de mujer y cuyo nombre no recuerdo.

De nuevo al after de los kawamos, donde entramos ilegalmente. Atrás del Sindetel, donde por fin puedo decir que hubo una buena fiesta, aunque fue de menos a más. Había mucha gente en ese party, y mucho alcohol. Lo más destacable (y que puedo recordar), es la misma chaparrita de las camisetas mojadas enseñando los pechos de nuevo, y las locas siendo recibidos como héroes de guerra. Casi los condecoran y les hacen un puto parade. No sé que tanto se merezcan eso.

Y eso es todo lo que tengo que decir sobre esta semana cultural.