El hada verde

29 de noviembre de 2009


Hablaré un poco sobre mi curiosa experiencia de anoche, pero solo porque se lo prometí al César.
Sucedió que ayer fui a un evento en el Orange, denominado Absinthe Fantasy, creo. Al parecer estos compas quieren abrirle mercado a la mística y siempre controversial Absenta. La bebida bohemia, la feé vert, esa de la que tanto hemos escuchado y leído.

Pues mi compadre y yo habíamos planeado ir a buscarla a uno de esas ciudades donde vende cosas que los gringos piensan que solo pueden encontrarse en México; Rosarito en este caso. Así que en cuanto nos enteramos de lo que planeaban, en breve nos pusimos a ahorrar, pues hay tres cosas que se dicen sobre este licor: es legal, es malo y no es barato.
Allá me encontré con Cesar, que estaba tan sorprendido de verme como yo a él. Me puse a pistear cerveza con mis compas en lo que preparaban la bebida, con la curiosidad al máximo.

Lo siguiente es muy difícil de explicar, pero me esforzaré.
Primer shot: Amor total. Nunca en mi vida recuerdo haberme enamorado de algo (o alguien) tan rápido. Hasta este momento, lo mejor que he probado en mi vida. Una extraña sensación de lucidez, casi como un éxtasis. Esto no podía terminar ahí, en breve pedí más.
Segundo shot: La filosofía. Otro trago, ahora más cargado. Sentía la mente muy despierta, los sentidos funcionando bien, pero como si el resto de mi cuerpo estuviera ebrio. Si, era como estar ebrio y lucido a la vez. Fui y me senté a seguir pisteando en lo que hacían más bebidas, y empece a platicar con mi barrio. Ninguno de los tres podíamos describir con exactitud lo que se sentia, y de hecho, ni el sabor de la bebida.

Pasó un rato, pero no recuerdo muy bien. Solo recuerdo que empezaron a repartir bebidas de nuevo, pero esa vez no alcanzamos. Ver como la gente reaccionaba después de empinarse un vaso era de lo mejor. Había una mesa con un chingo de viejas fresas que estaban tomando Buchanan's como si nada, pero luego de la Absenta andaban bailando como locas y apañándose un joto que las acompañaba.

Tercer shot. La locura. Ahora si estaba totalmente perdido, pero no era como que estuviera mareado o como comúnmente la gente se embriaga, era... diferente. A partir de este vaso no me acuerdo casi de nada. Solo sentía que el corazón me latía como nunca. Y recuerdo breves lapsos de hechos, como de repente estar en un bar contiguo al Orange, luego en el Albergue, y luego en mi casa, sin tener la menor idea de como llegue de un punto al siguiente. Ni siquiera me acuerdo si ese fue mi último vaso, solo recuerdo que en un punto de la noche ya no nos quisieron dar más, ni vender .

Directo a mi Top 5 de las mejores pedas de mi vida. Y si me pregunto de nuevo a que sabe el hada verde, pues sabe como.... como a magia.

Comments

3 Responses to “El hada verde”
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Cesar dijo...

a webo esa madre es magica, sin lugar a duda un licor unico y que estara en nuestros corazones para siempre:D

1 de diciembre de 2009, 1:39 p.m.
Natalia dijo...

absintheeeeee!!!=D
ay mi amiga tiene un frascito de esta bebida y ni la saca, ES NIF:( ni deja k la tokemos,ni k la veamoss!

7 de diciembre de 2009, 12:02 p.m.